Con aroma de café y Bolivia también

Pues, como que el título no te engancha a primera vista, pero al enterarte que los Yungas habitan en Bolivia, enseguida te despierta la curiosidad y salta la pregunta: ¿cultivar café en la cordillera? Y hombre, más que bien escrito (que sí lo está), el trabajo está muy bueno. No solo enriquecerás tu cultura, sino que puede servirte en lo personal. A su salud... con aroma de café!

Martín Uluri muestra con orgullo su plantación
de café de altura. Foto: Nicolás Quinteros

Café de altura en los Yungas, una vía hacia el desarrollo
Texto: Inés Ruiz del Árbol

Yolanda Condori se aproxima lentamente a sus frutos y los mira de cerca, como si fueran un valioso tesoro. No es de extrañar. Son el resultado de un proceso que ha durado meses, y que todavía no ha llegado a su recta final. Será a mediados de este mes de mayo, cuando los productores de Caranavi y de otras comunidades aledañas de la región comiencen con el exigente trabajo de recolección del singular café de altura.

“El café de altura boliviano es especial. Tiene algo que ningún otro café tiene”. Estas son las palabras de Yolanda Condori. Y de la misma opinión son también sus 34 compañeros de la colonia de Chumachi, quienes, como ella, conocen bien los secretos de cada fruto.

La plantación de Chumachi es muy extensa, y se encuentra situada a varios kilómetros de Caranavi, en plena selva yungueña. Llegar hasta los frutos más selectos de la cosecha supone una larga caminata por sendas escarpadas y húmedas. Y al contemplar el lugar, escondido entre los árboles, sorprende el intenso brillo de los frutos, mimados y cuidados hasta el mínimo detalle e inmersos en la dura lucha por ser los mejores. Y parece que el esfuerzo está dando ya resultado.

No es para menos. El café de altura ofrece propiedades muy beneficiosas para la salud, pues tiene efectos antioxidantes y es un buen aliado para prevenir los cánceres.

Original: Diario LA RAZÓN (Bolivia)