Ingreso gratuito a los museos del Banco Central del Ecuador

En este momento estaba eliminando todos los correos considerados como spam, cuando me topé con un boletín de prensa muy importante para compartir: la gratuidad para el ingreso de los ecuatorianos en los museos y centros culturales del Banco Central del Ecuador.

Así que ya saben, si tienen nacionalidad ecuatoriana y portan el documento respectivo, pueden entrar gratis a los museos y centros culturales del BCE a nivel nacional. Apunten ahí en dónde los encontrarán: Quito, Guayaquil, Cuenca, Loja, Ibarra, Riobamba, Esmeraldas, Portoviejo, Manta, Bahía de Caráquez y Santa Elena.

Cumplida mi tarea informativa con ustedes, ahora voy a hacer una crítca de los medios ecuatorianos por no publicar esta noticia. Es una información que, salvo los sitios web del Gobierno de Ecuador, como elciudadano, ningún medio de comunicación compartió. Así que vamos a darle un punto menos por olvidarse de uno de sus deberes básicos: educar a la ciudadanía, que implica estas resoluciones a favor de la vida cultural de un país.

¡Ah! Pero la crítica no solo queda ahí, para los medios. Para recordar a los periodistas cuáles son los deberes, empecé a buscar en la Constitución de la República del Ecuador, pero vaya sorprersa. Esta nueva constitución, que aún huele a tinta, no nombra por ningún lado este deber, como lo hacía la anterior, y se supone que es una maravilla, que es completísima.

Estoy en el capítulo segundo: Comunicación e Información. Ahí deberían contar todos los deberes y derechos básicos, pero me encuentro con la sorpresa de que no se dice nada al respecto. El deber de educar a la población no está en ninguno de los cinco artículos. Al menos yo no lo encontré después de leerlos detenidamente.

Como periodista me pregunto: ¿dónde queda nuestra razón de ser, entonces? Nuestro trabajo no es solo informar lo que incorrecto, lo que está ocurriendo mal, sacar a la luz las corrupciones.

A analizar un poco más nuestra tarea. No nos quedemos con la farándula política, la crónica roja y la prensa rosa.