Cars, un filme que emociona al infante que hay en mí

Han pasado más de veinte años desde que dejé atrás, en el camino, a los Reyes Magos y a Santa Claus. Las historias de hadas, gracias a Dios, también se fueron diluyendo poco a poco. Digo gracias a Dios, porque, caso contrario, sería una persona bien racista, para quien lo mejor son las princesas de rubios cabellos y príncipes de ojos azules. Ahora recuerdo a una tía que siempre nos contaba el cuento de La Negra Mora. Algún día se los he de contar, eso sí, si prometen no narrarlo a sus hijos. Es el cuento más racista y cruel que he escuchado en mi vida, y que, por cierto, no lo he escuchado a ninguna otra persona. Seguro que mi tía se lo inventó.

Bueno, bueno, bueno... Mejor recordemos mis tiempos de infante, los bonitos, los fantasiosos, en los que no necesitaba precisamente de alguien más para crear mis propias historias, para echar a volar mi imaginación.

Por ejemplo, yo no creía que la cigüeña traía a los bebés de París. ¡Por favor! ¡Cómo iba a tragarme semejante cuento! Pero lo que sí creía era que los niños eran hechos en grandes fábricas, donde trabajaban varias operarias, quienes unían cortes de tela color crema que finalmente se convertían en niños, así como se hacen a los muñecos de trapo. Pero lo de ellas no era una rutina aburrida, sino un gran musical. ¡Estaban dando vida! Nadie me lo contó, solo mi mente, que siempre andaba volando... Yo creía ciegamente en esa "verdad", en mis conclusiones. Yo había salido de una de esas fábricas, así como mi hermana y mis padres, mis tíos, mis abuelos, mis primos y todos los del barrio... Descuida, que tú también.

Otros de mis inventos, que no conté nunca a nadie, es que los carros tenían vida, y hombre, ahora la ciencia lo ha hecho realidad. Bueno, la ciencia ficción por lo menos. No saben lo que es ver este sueño hecho realidad, claro, aunque no se respetaron mis parámetros. ¡¡Cómo puede ser que los creadores de Cars, el nuevo filme animado de Pixar, hayan puesto los ojos de estos seres animados en el parabrisas, cuando los ojos de los coches son los faros!! Claro, la lógica es que por el parabrisas el conductor ve, pero esa no es la lógica de los autos. Sus ojos, su alma, son sus faros. Al menos, para mí así funcionaba, era lo que los distinguía a cada uno. Acompañados por su tamaño, la forma de los faros los hacía buenos o malos, débiles o fuertes. Los que más me encantaban eran los escarabajos. Las camionetas Ford, por su magestuosidad, eran las que inspiraban respeto y miedo también.

Animacion alto octanaje
María Angela Valbuena. Charlotte. Enviada Especial

Una pista de carreras en la ciudad de Charlotte, Estados Unidos, sirvió de escenario para la premier de Cars, el último film de los estudios Disney/Pixar. Cuatro pantallas gigantes y un sistema de audio para una multitud de 30.000 personas fueron instalados en la Lowe’s Motor Speedway en lo que su presidente, Humpy Wheeler, calificó como un hito no sólo en la historia de ésta sino también de NASCAR, la National Association for Stock Car Auto Racing. Wheeler es una de las tantas personalidades del mundo automovilístico que prestó su voz a uno de los personajes animados de la cinta en su idioma original, tal y como lo hicieran los corredores Richard Petty, Mario Andretti y el campeón de Fórmula Uno, Michael Schumacher.

Otro veterano de las carreras y de la actuación que participó en Cars, tanto como asesor como en uno de los roles protagónicos, es Paul Newman, quien figura en el Libro Guinness de los Récord Mundiales como el piloto de más edad en ganar la carrera profesional Daytona 1995, y es copropietario de un equipo de automovilismo. Newman afirmó en una rueda de prensa que más allá del hecho de combinar dos de sus intereses —las carreras y la actuación—, aceptó la invitación para interpretar a Doc Hudson (un Hudson Hornet de 1951) “principalmente porque sabía que la película iba a ser buena”. En lugar de pagarle un salario, Disney/Pixar hizo una importante donación al campamento para niños con cáncer Hole in the Wall, asociación fundada por el actor.

Completo: El Universal (Venezuela)

Además: «No sólo dibujamos personajes, les damos vida»